El vinilado, que sirve para enfatizar aún más la relación del aeropuerto con la estación de la línea 10, a la que dio nombre cuando fue inaugurada en el año 2003, decora un largo pasillo rodante, de 49 metros, con una infografía histórica que permite al viajero recorrer los principales hechos de la historia de la aviación española.
El mural repasa algunos de los hitos de Cuatro Vientos, uno de los aeródromos más antiguos de España: la puesta en marcha en 1920 de su primera torre de control, inspirada en un faro marino, que está considerada la primera torre de control del mundo; la construcción, en 1921, del túnel aerodinámico del ingeniero Emilio Herrera, el más avanzado en la Europa del momento, que despertó el interés del propio Einstein, quien llegó a visitarlo; el desarrollo del primer puente aéreo Madrid-Barcelona en 1927, o la creación en 1935, en el laboratorio de Cuatro Vientos, del prototipo del traje espacial que después usó y usa la NASA. De este modo, a la vez que se dota a la parada de una mayor personalidad vinculada a la base aérea, se realiza una labor pedagógica y divulgativa.
La tematización de diversas estaciones forma parte del interés de Metro de Madrid en promover la cultura dentro de la red del suburbano. El pasado septiembre se llevó a cabo esta acción en el Metro de Islas Filipinas en la que se conmemoraba el V Centenario de la primera vuelta al mundo Magallanes-Elcano. Y, recientemente, se han decorado también las de Santo Domingo, con diseños alusivos a la iconografía caribeña, y Guzmán el Bueno, con motivo del 150 aniversario del Instituto Geográfico Nacional.
Además, en los andenes de Manuela Malasaña se rinde homenaje a mujeres españolas y extranjeras que han destacado en distintos ámbitos, así como a empleadas de Metro, con la exposición mural con el título Ellas cambiaron el mundo. Mujeres que hicieron historia. La literatura está también presente en la de Plaza de España, donde puede leerse el texto íntegro de la novela de Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha; y en la de Río Rosas, donde se ha reproducido la obra Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós.
“Todas estas tematizaciones en el Metro de Madrid tienen como objetivo mejorar la experiencia de viaje del usuario, además de contribuir a difundir y promocionar la cultura, la ciencia o el ocio en la capital y en la región”, ha enfatizado Pérez.
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